Inversión en valor

La inversión en valor es una filosofía o metodología de inversión que se basa en comprar activos que en un momento están infravalorados por el mercado (es decir, están baratos) y esperar a que el mercado reconozca su verdadero valor, lo que se conoce como valor intrínseco. La diferencia entre el precio de compra y el valor intrínseco se conoce como margen de seguridad. Las primeras ideas sobre esta filosofía de inversión surgieron de Benjamin Graham y David Dodd y han aportado mejoras otros académicos e inversores como Joel Greenblatt, Peter Lynch o Warren Buffett.

A diferencia de otras técnicas de inversión como el análisis técnico, el value investing se basa en que el mercado no es eficiente. Los que defienden que el mercado es eficiente se basan en que el precio de un activo refleja toda la información actual. Sin embargo, los seres humanos generamos información constantemente. Si los mercados fuesen eficientes todo estaría dado y no habría margen de mejora y evidentemente la realidad no es así. Como decía Warren Buffett, si los mercados fuesen eficientes él estaría viviendo de la caridad en la calle.

Otro de los pilares básicos de la inversión en valor es no perder dinero, priorizando mantener el capital invertido y una vez asegurado éste, buscar obtener rentabilidad positiva. Por este motivo, esta filosofía de inversión se basa en comprar negocios que además de ser rentables, tengan ventajas competitivas. Una empresa con ventajas competitivas es difícil de atacar por la competencia. Existen muchos tipos de ventajas competitivas, desde una cuestión puramente de marca, el efecto de red, economías de escala o negocios que sean difíciles de copiar.

El largo plazo también juega un papel fundamental en la inversión en valor. Benjamin Graham decía que Mr. Market es esquizofrénico en el corto plazo pero recupera la cordura en el largo plazo. En la misma línea, Warren Buffet decía que el tiempo es amigo de los buenos negocios y enemigo de los mediocres. En este sentido, un inversor en valor prioriza la búsqueda de buenas empresas que vayan a seguir existiendo en un horizonte temporal amplio y se olvida de noticias cortoplacistas o datos macroeconómicos que no se pueden controlar.